sábado, 6 de abril de 2013

LOS ORISHAS

La santería fue practicada por los antiguos esclavos negros y sus descendientes en Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Brasil, Colombia y lugares con gran población hispana en Estados Unidos de América (Florida, Nueva York, San Francisco, Nueva Orleans, Los Ángeles, Miami y San Diego).

El término "santería" fue utilizado por los españoles de manera despectiva para burlarse de la aparente devoción excesiva que mostraban los seguidores a los santos, en detrimento del Dios judeocristiano Yahvéh.
Los amos cristianos no permitían que sus esclavos practicasen sus diversas creencias animistas de África occidental. Los esclavos encontraron una forma de burlar esta prohibición, y concluyeron que los santos cristianos no eran más que manifestaciones de sus propios dioses. Los amos pensaron que sus esclavos se habían convertido en buenos cristianos y estaban rezando a los santos, cuando en realidad estaban siguiendo sus creencias tradicionales.

La Santería es una religión que tiene sus orígenes en la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin. Este duró por 12 siglos hasta el 1896.

La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad.
Creen que la vida de cada persona viene ya determinada antes del nacimiento en Ile-Olofi, la casa de Dios en el cielo. Aquellos que no lo cumplen serán castigados por los orishas y deben reencarnarse hasta satisfacer el castigo.


La identificación de los orishás con los santos más conocidos tiene razones muy simples, que se relacionan con el aspecto o las acciones de los santos:


  • Babalu Aye De origen Dahomey donde se le conoce como Azowjano, deidad de las enfermedades venereas y de la piel, de la lepra y de la viruela, de las plagas, hace referencia a San Lazaro .
  • Eleguá, Dueño de todos los caminos, abre y cierra las puertas; se hace referencia al Santo Niño de Atocha.
  • Obatalá,la virgen de las mercedes; dueño de todas las cabezas del mundo.
  • Changó, deidad del trueno es Santa Bárbara, que en las creencias católicas es representada con vestimentas rojas y espada.
  • Ogún, que maneja el hierro, dios de la guerra y las armas, se asocia con San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Miguel Arcángel y San Rafael Arcángel en la santería cubana; en el candomblé de Brasil con San Antonio de Padua y San Jorge (Río de Janeiro); en el vudú haitiano, con Santiago el Mayor.
  • Agayú encuentra su correlato en san Cristóbal, que para los creyentes cristianos es el santo de los volcanes, la fuerza bruta, el poder de la tierra y el fuego
  • Inle, el médico, es san Rafael, el arcángel que cura y sana.
  • La Virgen de Regla es Yemayá, diosa de la maternidad y del mar.
  • Oshún, diosa de los ríos es la Virgen de la Caridad del Cobre, ella es la dueña del amor, el oro; creadora del dinero, la belleza, la coquetería. La más bella de las orishás, dueña de la miel, y patrona de Cuba.
  • Oyá, es la diosa del cementerio, se sincretiza con la Virgen de La Candelaria, que en España es la Patrona de Canarias.

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    La santería tiene una jerarquía sacerdotal. Aunque se considera a la Oshá e Ifá como ramas separadas, los máximos sacerdotes de la santería o Regla de Osha-Ifá son los babalawos babalaos, sacerdotes de Ifá y su profeta Orunmila. Luego se encontrarían los babalorishas e iyalorishas, que son santeros con ahijados consagrados. Los Iyalorishas y Babalorishas, santeros que no tienen ahijados. Los Iyawos, santeros en su primer año de consagrados, y por último los Aleyos, que son creyentes pero que aún no han sido consagrados.
    Todos ellos son santeros, iniciados mediante ritos específicos, el primero de los cuales es un ritual de purificación y la entrega de cinco collares, representando a Shangó, Obbatalá, Yemayá ´, Oshún y eleggua o recibiendo a los orishás guerreros, que son Elegguá, Oggún, Oshosi y Ozun.que son santos consagrados en otanes [piedras]



    Los santeros realizan las ceremonias en sus propias casas, porque la santería carece de templos. Se reúnen en casa o ilés, que al mismo tiempo componen ramas de acuerdo a los primeros fundadores. El santero forma parte de la vida cotidiana del creyente, se convierte en su intermediario con lo sobrenatural, su consejero y su adivino.
    El grado más alto en la santeria es el del oluwo o babalawo, que es un babalawo que se corono santo, el babalawo que no tiene santo coronado sino solo santo lavado, y ellos reciben poderes fuertes como osain para trabajar la brujería ya que por el lado de prenda no lo pueden trabajar ya que el ser babalawo les limita a trabajar con muertos que es lo que se trabaja en la prenda.
    Los santeros u olorishas son los que trabajan con la divinidad afrocubana a través de consultas con caracol o consulta espiritual, en misas o sesiones espirituales según el desarrollo de cada persona.
    El oriaté es la persona que dirige las ceremonias de la divinidad (orisha, santo) para que esta se haga de manera correcta y en ella solo trabajan santeros que estén consagrados; al nuevo iniciado y recién consagrado se le llama iyawo el cual ya ha pasado por rituales secretos.
    Los aleyos son aquellas personas que tienen ciertos conocimientos son creyentes, están interesados en las ceremonias así que tengan algunos secretos, los rituales no se deben exponer ante las personas no consagradas.





    CEREMONIA DE "CAJON DE MUERTOS"



    En la santería, el sacrificio de animales está determinado por el rito de la adivinación, lo cual evidencia la existencia de una característica fundamental entre muchas religiones endógenas de África, a saber, la ausencia de una revelación divina y, por el contrario, la persistencia de conocimientos ancestrales que han sido transmitidos a los hombres y mujeres desde los primeros tiempos, aquellos, según los yoruba, en los que la humanidad y los orishá convivían en este planeta. En este sentido, jamás algún animal se sacrifica caprichosamente. Cada sacrificio responde a la solicitud, a través de los métodos de adivinación, de algún orishá o ancestro que requiere de uno o varios animales para poder resolver la situación que la persona consultada quiera solucionar.
    Generalmente los orishás y ancestros solicitan que les sea ofrecido uno o varios animales especificando el tipo y el género) en el caso de que la vida o el bienestar de la persona consultada estén en juego. En este sentido, el sacrificio no es un instrumento mediante el cual se pretenda redimir pecado alguno ya que en la santería no existe tal concepto. En la santería ni el hombre ni la mujer son concebidos como depositarios a priori de cierta (s) culpa (s). El sacrificio, según la cosmovisión santera, es la vía mediante la cual puede ser restaurado un proceso o un ritmo que haya sido interrumpido. Los santeros aluden a que cada quien nace con un ritmo específico, un ritmo espiritual en la vida, que no debe ser interrumpido ya que si es así, entonces la persona no podrá realizarse plenamente. Sin embargo, cuando este ritmo ha sido trastocado, por las razones que hayan sido, entonces se requiere del sacrificio de un animal para restaurarlo. La sangre del animal, ofrecida a algún orishá y/o ancestro, es capaz de restaurar dicho ritmo porque ella está ligada directamente a un ritmo en el cuerpo del animal.



    SACRIFICIO DE ANIMALES


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